Los archivos que componen este blog tratan de reunir las siguientes propiedades: 1º) hacer referencia a una situación real, técnica o física, obra ingenieril u objeto singular, tecnología de carácter industrial o descubrimiento en el campo de la ciencia. 2º) aportar "cultura científica". 3º) estar dotados de un fuerte contenido físico o matemático. Por su concepción, es un blog "sin fin", donde una traslación en el tiempo nos haría encontrar en sus archivos finales, estudios futuros.

domingo, 30 de octubre de 2016

La formación de la Tierra a partir de planetesimales.

La Tierra surgió a partir de la agregación de particulas de polvo y gas en rotación alrededor del joven Sol. Concluído el proceso de acreción, nuestro planeta se diferenció químicamente propiciando una evolución geológica única en el contexto general del sistema solar que ha permitido la aparición de la vida.

La nebulosa que originó el Sistema Solar hace 4.600 m.a, era una acumulación de gas y polvo en colapso gravitacional que rotaba sobre sí misma. La materia se acumuló en el plano perpendicular al eje de giro de la nube a la vez que descendía la temperatura. El disco se enfrió y empezaron a condensarse partículas mayores: el  proceso de acreción se había puesto en marcha. Transcurridos los primeros cien millones de años, la acreción hizo surgir los primeros planetesimales de unos pocos centenares de kilómetros. Los planetesimales son por lo tanto, cuerpos primitivos del sistema solar que se originaron tras el enfriamiento de la nube de gas primigenia a partir de la agregación de partículas menores que giraban alrededor del Sol.


Proceso de acreción, hace 4.600 m.a.

La resistencia al avance debido a la viscosidad del gas nebular redujo la velocidad de los planetesimales, obligándoles a seguir órbitas cada vez más circulares y próximas al Sol, aumentando con ello la probabilidad de que colisionaran unos con otros.
Estas colisiones eran inelásticas, de baja velocidad, con los cuerpos con velocidades relativas próximas a sus velocidades de escape, lo cual favorecía la unión. Pasados entre uno y diez millones de años, algunas decenas de grandes planetesimales formarían los primeros protoplanetas. Se necesitarían del orden de unos diez billones de planetesimales para formar los embriones de los planetas terrestres (protoplanetas), entre ellos la Tierra.  


Originada la proto-Tierra, el impacto de los planetesimales durante la acreción calentó nuestro planeta en una proporción mil veces mayor a como lo hace hoy la desintegración de isótopos radiactivos inestables en la corteza terrestre. La Tierra se fundió completamente. Los elementos terrestres más pesados (hierro y níquel) migraron hacia el interior generando el núcleo, y los más ligeros ascendieron a la superficie creando la corteza. El resultado fue la diferenciación química de la Tierra por densidades. El enfriamiento de la capa más externa creó la primera corteza terrestre, a la vez que los gases liberados del interior del planeta conformaban la atmósfera primigenia.


En 100 millones de años la acreción de planetesimales había formado la Tierra primigenia que aparecía fundida.



El proceso de acreción no fue exclusivo del Sistema Solar, se han observado discos protoplanetarios en torno a otras estrellas, donde se producen acumulaciones de materia para formar objetos de mayores dimensiones. Es la génesis de los planetas. Imágenes del telescopio espacial Hubble.

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