Los archivos que componen este blog tratan de reunir las siguientes propiedades: 1º) hacer referencia a una situación real, técnica o física, obra ingenieril u objeto singular, tecnología de carácter industrial o descubrimiento en el campo de la ciencia. 2º) aportar "cultura científica". 3º) estar dotados de un fuerte contenido físico o matemático. Por su concepción, es un blog "sin fin", donde una traslación en el tiempo nos haría encontrar en sus archivos finales, estudios futuros.

martes, 15 de marzo de 2016

Propulsión iónica.

La nave SMART-1, de la Agencia Espacial Europea, entró en la zona de predominio de la gravedad lunar el 15 de Noviembre de 2004. Catorce meses antes fue colocada en órbita terrestre por un lanzador convencional Ariane-5, y desde entonces ha viajado hacia la Luna impulsada por su motor iónico. Actualmente, este mismo motor la está frenando lentamente para situarla en una órbita lunar baja, en la que desarrollará su misión científica. 
Durante todo ese tiempo (cerca de año y medio), el motor iónico ha funcionado de forma casi continua, aunque con un empuje muy débil. La inmensa ventaja de este sistema de propulsión es que puede mantenerse durante un tiempo muy largo y, a igualdad de propelente gastado, se alcanza una velocidad final mucho más elevada que con un motor cohete tradicional, de forma que su rendimiento es unas diez veces superior. El secreto radica en que la velocidad de expulsión de los iones es muy superior a la de los gases de combustión de un motor cohete, que no suele pasar de los 3 Km/s (con un tiempo de encendido de tan solo unos 10 minutos). Además la energía eléctrica necesaria para el funcionamiento de un motor iónico se extrae de la luz solar mediante paneles fotovoltaicos.

Los principios de la propulsión iónica datan de los conceptos desarrollados por el físico alemán Hermann Oberth y su obra de 1929, "Die Rakete zu den Planetenräumen". En 1960, Harold R. Kaufman trabajando para la NASA, desarrolló el primer propulsor iónico. A día de hoy, existen varios tipos de motores iónicos, algunos de ellos aún no han sido probados en naves espaciales. Los más importantes son: el propulsor coloidal, propulsor iónico electrostático, propulsor helicoidal de doble capa (HDLT), propulsor inductivo pulsante (PIT), propulsor magnetoplasmadinámico (MPD) y el motor de magnetoplasma de impulso específico variable (VASIMR).

Eyección de plasma en forma de halo azulado, a través de la tobera del cohete iónico
El principio de funcionamiento del motor iónico es sencillo: átomos neutros de gas Xenón entran a una primera cámara donde son ionizados mediante un haz de microondas, que arrancan un electrón a cada átomo. Los iones Xe+ son conducidos mediante un campo eléctrico débil a otra cámara, donde un intenso campo eléctrico los acelera hasta una alta velocidad y los expulsa al espacio exterior cargados positivamente. Para crear este campo, se establece una diferencia de potencial entre dos rejillas, a través de las cuales pasan los iones. La nave debe permanecer eléctricamente neutra, por lo que un circuito capta los electrones producidos en la ionización y, mediante un cátodo hueco, los expulsa también al espacio, donde se recombinan con los iones Xe+ formando de nuevo gas neutro y asegurando la neutralidad eléctrica de la nave, a la vez que se emite un bello resplandor azulado. Los electrones son muchísimo más ligeros que los iones, por lo que su efecto de propulsión es irrelevante.
La fuerza que ejerce este motor es equivalente a la que ejerce una hoja de papel sobre la palma de una mano, la velocidad inicial es por tanto mínima, pero como en el espacio exterior no hay fricción se llegan a alcanzar grandes velocidades durante un periodo indeterminado de tiempo.









La SMART-1 inició su viaje con una carga de unos 80 Kg de gas Xenón. A su régimen normal de funcionamiento, el motor iónico tiene un consumo C = 0,10 Kg/día de Xe, lo que le da una autonomía superior a dos años. La diferencia de potencial entre las rejillas aceleradoras es ΔV = 1,3 KV.

Se pueden avanzar algunos resultados de cálculo:

   a) Velocidad de expulsión de los iones, ve-.
   b) La fuerza de empuje del motor, FE.
   c) El número de iones expulsados por segundo Ni, y la intensidad de la corriente                iónica expulsada, I.
   d) La potencia eléctrica gastada en la ionización del gas, Pi.
   e) El consumo de potencia eléctrica del conjunto del motor, PT.

Datos:
Masa media de un átomo de Xenón: mXe = 2,180 1025 Kg
Energía de primera ionización: E+ = 12,13 eV
Carga del electrón: e- = 1,602 1019 C.







 La propulsión iónica permite grandes desplazamientos en el vacío del espacio con pequeños y repetidos impulsos


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