Los archivos que componen este blog tratan de reunir las siguientes propiedades: 1º) hacer referencia a una situación real, técnica o física, obra ingenieril u objeto singular, tecnología de carácter industrial o descubrimiento en el campo de la ciencia. 2º) aportar "cultura científica". 3º) estar dotados de un fuerte contenido físico o matemático. Por su concepción, es un blog "sin fin", donde una traslación en el tiempo nos haría encontrar en sus archivos finales, estudios futuros.

lunes, 29 de agosto de 2016

Paseo por lagos de origen glaciar. Covadonga.

Los lagos Enol, Ercina y el Bricial, los conocidos lagos de Covadonga, son lagos propios de regiones con glaciación de montaña.
No es fácil encontrar lagos de este tipo en macizos calcáreos como los Picos de Europa. La caliza es una roca permeable que impide la circulación de agua en su superficie, de ahí la escasez de cursos fluviales en estas zonas. En Covadonga la presencia de pizarras en la base del valle ha posibilitado la formación del cuenco impermeable que alberga los lagos e impide que las aguas se pierdan en el macizo.

A la izquierda de la imagen el lago Enol, el lago de mayor tamaño en Covadonga. Las brumas en la zona durante el verano son corrientes a última hora de la tarde, cuando al caer la temperatura la humedad ambiente se acerca a su temperatura de rocío.



Cuando el hielo se retiró tras la última glaciación, la presencia de depresiones separadas por umbrales rocosos propició la aparición de estos lagos. Al fondo de la imagen y entre niebla, se puede apreciar la morrena de cierre que evita que el lago drene vertiente abajo.

El potente manto de hielo que un día ocupó esta zona ejerció una fuerte presión contra las paredes del valle glaciar. Cuando el hielo desapareció estas tensiones se relajaron por lo que las montañas tendieron a expandirse lateralmente desencadenando grandes avalanchas y caídas de rocas.

Llaman la atención las acumulaciones de grandes bloques que se encuentran en la base de los principales relieves y bordean los lagos. Estas avalanchas de bloques fueron originadas por el retroceso de los hielos.




En la imagen: till glaciar, detritos y restos triturados de deposición glaciar. Obsérvese el carácter caótico de los materiales en cuanto a su gradación por tamaño y depósito. Se aprecia también la angulosidad que define los cantos.

Las aguas de los lagos se encuentran estratificadas. La capa superficial recibe mucho calor del Sol en verano, apareciendo un gradiente térmico con las aguas más profundas. Con la llegada de los fríos y el incremento de los agentes generadores de turbulencia (principalmente el viento), el enfriamiento de la capa superficial provoca un aumento de su densidad y por consiguiente su hundimiento, alcanzándose la homogeneización térmica de toda la columna de agua, e induciéndose el afloramiento de las aguas más profundas.




Los numerosos bloques sueltos que en su momento formaban parte de la lengua glaciar muestran múltiples fracturas debidas a la acción de cuñas de hielo en la roca. Gelifracción o crioclastia.




No solo se aprecian procesos de rotura por ciclos hielo-deshielo, también se pueden ver formas erosivas propias del modelado glaciar. Las masas de hielo de los glaciares llevan empastadas trozos de roca que arañan las rocas sobre las que fluyen formando las estrías que aparecen en la superficie.



Desde los años setenta existe sumergida una talla de la Vigen de Covadonga en el lago Enol, que se saca en procesión todos los años el día ocho de septiembre, día de Asturias.




CÁLCULO DE LOS DESPRENDIMIENTOS DE ROCA EN COVADONGA

En la zona de Covadonga y partes montañosas de los picos de Europa, tienen lugar caídas de masas de rocas que se encuentran separadas del resto del macizo mediante fracturas verticales. El desprendimiento final de estas rocas, se produce como consecuencia de una fractura inclinada de cizalla que se genera en la zona basal como respuesta al peso de la propia masa de roca, es lo que se denomina rotura tabular.

Estos fenómenos de inestabilidad son propios de rocas resistentes, tendiendo las fracturas a ser planas. El modo más común de producirse va asociado a paredes de valles glaciares donde una retirada del hielo da lugar a un relajación de los esfuerzos laterales en la roca, (también ocurre en valles fluviales en los que hay una profundización intensa y rápida del río en el macizo).

La retirada del hielo del valle provoca una relajación de los esfuerzos compresivos horizontales y, por tanto, una modificación del estado de esfuerzos en cada punto del interior del macizo. En los casos en los que no se alcanza un valor mínimo de estas tensiones en la dirección horizontal, pueden producirse esfuerzos horizontales distensivos en la parte superior de la masa rocosa y, dado que la resistencia de las rocas a esfuerzos distensivos o de tracción es pequeña, podrán aparecer fracturas de extensión verticales paralelas a la superficie del escarpe. Si se producen estas fracturas, la estabilidad de la roca frente a una rotura que conduzca al desprendimiento de la lámina de roca dependerá de la profundidad alcanzada por la erosión en relación con la profundidad alcanzada por las citadas fracturas.

Así podemos hacer los siguientes cálculos apoyándonos en el criterio de Coulomb para fracturas por cizalla, y estimar la altura crítica del escarpe para la cual se produce la fractura de cizalla basal que desencadena el movimiento de la masa de roca.
(* En el cálculo no considero la acumulación de agua en las grietas de la roca, que puede hacer disminuir el esfuerzo normal efectivo actuante sobre el plano potencial de fractura y, como consecuencia, hacer disminuir el rozamiento a lo largo de dicho plano).





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